LVEUM

Emoción sin adornos

Tu ego es un cuñao (y cómo dejar de obedecerle)

Tú tienes un colega. No es real. No tiene cuerpo. Pero vive contigo.

Está todo el día hablándote al oído.

A veces dice cosas útiles:

  • “No te olvides de pagar la luz.”
  • “No cojas el coche si has bebido.”

Bien. Gracias, ego.

Pero el 90% del tiempo… te está jodiendo:

  • “No estás a la altura.”
  • “Ese comentario era por ti, seguro.”
  • “¿Vas a llorar por eso? Qué tontaco eres.”
  • “Deberías ser más feliz. Deberías saber llevarlo mejor. Deberías, deberías, deberías…”

Un cansino. Un comentarista deportivo de tu vida, sin pausa ni respeto. Un cuñao de manual.

El ego: ese invitado pesado en tu cabeza

Aquí está la clave: el ego no eres tú.

El ego es ese colega que cree que sabe todo sobre ti… pero no entiende nada.

Y cuanto más caso le haces, más grita, más te confundes, más crees que tú eres esa voz.

Pero no.

👉 Tú eres el que lo escucha.

¿Por qué tenemos esa voz tan pesada?

El ego se construyó para protegerte. Es un mecanismo antiguo. Surgió para que sobrevivas en un mundo hostil: detecta riesgos, anticipa peligros, te mantiene "en guardia".

Pero hoy el mayor peligro no es un león en la sabana… sino tu miedo a no encajar, a fallar, a que no te quieran.

Y ahí el ego mete la cuchara todo el rato.

Su lógica es simple: si critico antes de que alguien te critique, quizás duela menos. Si interpreto lo peor, quizás te prepares más.

Y claro: en el intento de protegerte… te amarga la existencia.

Las formas más comunes del ego-cuñao

1️⃣ El perfeccionista: Todo lo que haces debería estar mejor hecho. Nada es suficiente.

2️⃣ El comparador: “Mira a fulanito, qué bien le va… y tú aquí.”

3️⃣ El juez: “Eres un desastre, esto siempre lo arruinas.”

4️⃣ El adivino: “Seguro que piensan mal de ti.”

5️⃣ El policía: “Eso no deberías sentirlo.”

¿Te suenan? Normal. Todos tenemos un combo de estos personajes dentro.

¿Cómo saber que te está hablando el ego?

  • Cuando oyes "deberías" una y otra vez.
  • Cuando interpretas miradas o silencios como críticas.
  • Cuando anticipas problemas que aún no existen.
  • Cuando no puedes relajarte ni un segundo.

👉 Eso es el ego metiendo ruido.

El ego y la herencia cultural

Gran parte de lo que dice tu ego ni siquiera es tuyo. Son frases que escuchaste de niño: de tus padres, de maestros, de cultura.

Es ese "no seas flojo", "los niños no lloran", "tienes que hacerlo perfecto"… reciclado en formato monólogo interior.

Detectarlo es empezar a liberarte.

Qué NO hacer con el ego

  • ❌ No intentes eliminarlo: no se puede.
  • ❌ No luches con él: eso lo hace más fuerte.
  • ❌ No creas todo lo que dice: el 90% son distorsiones.

Qué SÍ hacer

Píllalo en acción: detecta cuando empieza su discurso.

Ponle humor: imagínalo como un cuñao en la cena de Navidad: opinando de todo, pero sin que tengas que hacerle caso.

Respira y decide tú: no reacciones desde esa voz. Respira y elige.

Permítete sentir: el ego odia las emociones incómodas. Si te permites sentir tristeza o miedo sin corregirte, ya lo estás desactivando.

Ejercicio práctico para hoy

1️⃣ Cuando notes la voz crítica, ponle un apodo (“cuñao”, “juez”, “gritón”).

2️⃣ Escríbelo literalmente en un papel: ¿qué te está diciendo ahora?

3️⃣ Pregunta: ¿esto lo pienso yo o es el cuñao hablando?

4️⃣ Decide qué quieres hacer aunque esa voz siga.

FAQ: lo que más preguntas sobre el ego

¿El ego puede ser útil a veces?
Sí. Te ayuda a organizar tu identidad y cumplir tareas básicas. El problema es cuando manda en todo y condiciona cómo te sientes.

¿Cómo diferencio ego de intuición?
El ego es ruidoso y crítico. La intuición es calmada y clara. Si hay urgencia y juicio, es ego.

¿Por qué me siento tan mal después de escuchar al ego?
Porque lo que dice el ego rara vez es compasivo o realista. Está diseñado para prevenir, no para acompañarte.

¿Desaparece si trabajo mucho en mí?
No desaparece pero su intensidad baja mucho. Aprendes a verlo venir y dejas de obedecerle automáticamente.

¿Qué hago cuando me paraliza?
No pelees. Reconócelo. Da un pequeño paso aunque la voz siga. La acción rompe el círculo.

Recuerda: no eres lo que piensas

👉 Tú no eres tu ego.

Esa voz puede seguir hablando… pero tú puedes seguir viviendo.

Eso lo cambia todo.

Reflexión final

Tu ego no se va a ir.
Pero puedes dejar de obedecerle a ciegas.
Puedes escucharlo como lo que es:
Un cuñao pesado en tu cabeza.
Con opinión sobre todo.
Que no tiene ni idea de lo que realmente necesitas.

Así que la próxima vez que empiece a decirte:
“No vales.”
“No puedes.”
“Vas a fallar.”

Sonríe y dile:
“Gracias por tu opinión, cuñao… pero sigo con lo mío.”

PD: Mejor un cuñao controlado que un cuñao a lo loco.
PD 1: No eres lo que piensas.
PD 2: Eres quien escucha.
PD 3: Y escuchar con conciencia… es empezar a vivir mejor.

Todo lo bueno pasa en mi lista de emails, envío uno cada día, apúntate aquí:

Puedes cancelar cuando quieras