Mi opinión sobre Broncano (y lo que vi que quizás tú no viste)
Ayer estuve viendo a Broncano.
Hizo una entrevista a Guillermo.
Guillermo es un chico con síndrome de Down que ha ganado 27 veces el campeonato del mundo de natación adaptada.
Bien.
De esa entrevista me sorprendieron dos cosas. Bueno, en realidad sólo una.
Me sorprendió muy gratamente cómo el presentador hizo exactamente la misma entrevista, exactamente los mismos chistes, exactamente el mismo tono de voz y exactamente el mismo todo que hace con el resto de invitados que van a su programa.
En un principio podría parecer que si este chico compite en natación “adaptada” por su condición de síndrome de Down su entrevista también debería estar adaptada.
Eso es lo que podría parecer a ojos de muchos. Pero a los ojos limpios, eso es justo lo que no debía de pasar.
Y no pasó. Como debe ser. Broncano supo hacer inclusión. No hay que hablar más de esto.
La sonrisa de Guillermo
Lo otro que pasó y que hizo que estuviera enganchado al programa hasta que terminó la entrevista fue el propio Guillermo.
Si lo viste, entonces convendrás conmigo en que Guillermo estuvo todo el rato sonriendo y con una alegría espontánea que contagiaba a todo el mundo.
Eso es lo que se veía y se puede escribir en un post.
Lo que también se veía pero no se puede escribir es otra cosa.
La ausencia de ego, la limpieza de miras, la inocencia, los ojos de quien disfruta.
Todo eso, si no lo viste, yo no te lo puedo contar. Mejor vete a YouTube y busca la entrevista.
¿Quién enseña a quién?
Y es que hay ciertos seres humanos que están tocados. Que traen la iluminación de serie aunque la sociedad o unos pocos quieran señalarlos de faltos.
Hay personas, como Guillermo y como la mayoría de las que padecen síndrome de Down que pueden enseñarte a estar en la vida de una manera que tú ya has olvidado.
Que tú ya has olvidado porque has crecido, y tu ego ha crecido contigo.
Te has vuelto eficiente, racional, ocupado, correcto… y también has perdido esa alegría pura, esa entrega al momento, esa luz sin filtro.
Sin paternalismos
Ayer, viendo a Broncano y a Guillermo fui feliz.
Feliz de ver como había ausencia de paternalismos, cuidadismos y camas de algodón.
Feliz de ver la alegría en su estado más puro.
Feliz de recibir el recordatorio de que una vez traspasado el ego, sólo hay pureza, limpieza y amor.
Lo que puedes hacer tú
- Observa a los que brillan sin esfuerzo.
- Baja el volumen de tu ego por un rato.
- Ponte en presencia. Aquí. Ahora.
- Haz menos. Siente más.
- Mira más allá de lo evidente.
Porque a veces, el aprendizaje más profundo no viene del que habla con autoridad.
Sino del que habla desde el corazón sin saber que está enseñando.
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